Menores ni una gota
Actualmente, el consumo de bebidas con alcohol en menores de edad es un problema real de nuestra sociedad.
Estudios señalan que en Chile en promedio la edad de inicio del consumo por parte de menores de edad está entre los 13 y 14 años (Senda) y que dos de cada tres estudiantes han tenido, a lo menos, un episodio de embriaguez en los últimos treinta días.
Las familias, adultos y los propios menores deben saber que el consumo de bebidas con alcohol es sólo para mayores de edad. En cualquier dosis, el alcohol es un riesgo para la salud del menor y aumenta la posibilidad de generar dependencia.
Además, consumir alcohol antes de los 18 años puede resultar perjudicial para la salud física y mental de los adolescentes, ya que el organismo aún está en crecimiento e indefenso para recibir ciertas sustancias.
En Chile, la venta, obsequio o inducción a menores de 18 años al consumo de bebidas con alcohol está penada por la ley 19.925 en la que se establecen claras sanciones de prisión y multas de hasta 20 unidades tributarias mensuales -cerca de un millón de pesos-, entre otras medidas.
Prevención
Uno de los factores de los problemas derivados por el consumo de bebidas con alcohol en menores es el rol que juegan los padres, el entorno y los valores que se entrega a los niños en su formación y crecimiento. En general, los adultos no saben cómo tratar este tipo de temas debido a la falta de información. Aquellos niños, niñas y adolescentes que tienen padres más involucrados, presentan menos probabilidades de consumir bebidas con alcohol durante la adolescencia (Senda, 2014).
Es necesario que padres e hijos fomenten la conversación sana y franca sobre el consumo responsable de bebidas con alcohol antes de la adolescencia.
Existen diversos programas en el mundo que entregan herramientas a las familias para abordar el consumo de bebidas con alcohol con los menores de edad. Uno de ellos es el desarrollado por AskListenLearn.org, que dispone de estrategias y recursos comprobados, donde obtener la información necesaria para entablar conversaciones y contestar preguntas difíciles con los niños.