Si tomas, NO manejes

  • Los efectos del consumo de bebidas con alcohol en la conducción son reconocidos como de alto riesgo para la vida de las personas.
  • Los informes regionales de la OMS señalan que “el consumo, incluso en cantidades relativamente pequeñas, aumenta el riesgo de verse involucrado en siniestros viales; beber deteriora las funciones esenciales para una conducción segura, como la visión y los reflejos y disminuye la capacidad de discernimiento, lo que se asocia generalmente a otros comportamientos de riesgo, como el exceso de velocidad y el incumplimiento de las normas de protección (uso del cinturón de seguridad y el casco)”.
  • En Chile, si bien la actitud de los conductores ha experimentado cambios en los últimos años gracias a iniciativas privadas y políticas públicas tal como la Ley Emilia y Ley Tolerancia Cero, la Comisión Nacional de Seguridad del Tránsito (Conaset) registra que entre el 2007 y 2017 hubo un aumento de 54% de accidentes de tránsito con presencia de alcohol (de 4.659 a 7.202).
  • En Chile, el consumo de bebidas con alcohol está en el cuarto lugar como una de las principales causas de accidentes de tránsito con resultado de muerte (Conaset 2018).

Factores de riesgo en la conducción:

  • Capacidad de reacción reducida entre un 10%  y un 30% en comparación con una persona sobria.
  • Visión borrosa y nociones de distancia, velocidad y peligro se deterioran.
  • Los conductores con una concentración de alcohol en la sangre de entre 0,02 y 0,05 g/dl (gramos por decilitros) tienen como mínimo un riesgo tres veces mayor de morir en un siniestro vial.

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